Sra. Silva fue acusada de intentar ingresar a los Estados Unidos con una visa americana falsa. Los agentes declararon que la señora Silva admitió que había introducido previamente los EEUU ilegal y había trabajado sin documentos legales.
El Sr. Seitles fue capaz de demostrar que la señora Silva se basó razonablemente con la promesa de un abogado brasileño que podía conseguir la visa válida. El Sr. Seitles explicó al jurado que ninguna persona en un mundo post 9/11 dejaría a los Estados Unidos, a menos que creían que podían volver a entrar legalmente al país. En resumen, el Sr. Seitles argumentado apasionadamente que la señora Silva no sabía que su visa era falsa y no tenía ninguna razón para mentir.
El jurado emitió un veredicto de no culpable en tres horas.
